La mujer insistió con que el encargado de la chacra de su vecino había estado quemando ramas de la poda. Por la época del año, recién comenzaba septiembre, había pronóstico de intensas ráfagas de vientos y los organismos informaron que se produjeron en la zona más de 20 focos.
Las asociaciones de bomberos informaron que todos los incendios tuvieron las mismas características: comenzaron como pequeños focos que se vieron dimensionados por las fuertes ráfagas y la temperatura registrada. Algunos organismos explicaron que el viento provocó que chocaran los cables de energía y se produjeran pequeñas chispas, que se presume, desataron el fuego.
La Cámara Agraria y Frutícola de Campo Grande informó que “corrieron vientos en forma inusitada, persistentes, generando simultáneos focos de incendio en nuestra comarca, sin punto en común de inicio del mismo. Algunos casos fueron producidos intencionalmente sin poder individualizar autores, otros se produjeron por descarga de tierra de la electricidad por el efecto del viento sobres los cables y alamedas cercanas, se generó una corrida de fuego incontrolable propia de la época del año y estado de abandono y falta de tareas culturales de las chacras”.
A su vez, el Municipio de Campo Grande indicó: "se pudieron constatar más de 20 incendios en esta localidad por las características de los vientos en la mayoría de los casos ha sido imposible determinar el origen de los fuegos, dado que las chispas saltaban de un lado a otro de la ruta y de los caminos rurales".
El fallo analizó toda la prueba en su conjunto más allá del testimonio de la damnificada y de sus empleados. Por eso se arribó a la conclusión de que no había pruebas suficientes para culpar al encargado de la chacra del vecino por el inicio del incendio.