La resolución se dio a conocer por Zoom ya que el trámite de adopción se adaptó al contexto de aislamiento por la pandemia del Covid-19. Se inició con el envío de un legajo por parte del RUAGFA -Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos – de Cipolletti. Allí estaba consignada toda la información de la pareja inscripta, que hoy son su familia por adopción.
Intervino durante el proceso el Equipo Interdisciplinario del Juzgado de Familia y la Defensa Pública a través de una defensora de menores y de una defensora civil que asistió a la pareja.
En las distintas audiencias que se hicieron por Zoom la jueza y la defensora de menores constataron que “las niñas se encontraban jugando en forma muy divertida en el patio, y se acercaron a conversar con nosotras”, ello durante el período de guarda preadoptiva. También que la pareja inscripta relata “conversaciones con las niñas de las que surgen que conocen su realidad biológica y que están interesadas en sus documentos con un cambio de apellido, lo que significaría el pertenecer a su nueva familia. Se comprometen a respetar el derecho de las niñas a conocer su realidad biológica”.
El equipo de Adopción de la Cuarta Circunscripción también consideró que se observaron adecuadas capacidades parentales de la pareja al momento de asumir sus responsabilidades, y afrontar las situaciones cotidianas que se les presentaron en esta compleja tarea de formar una familia. Como así también se evidenció en las niñas el sentimiento de pertenencia e integración a esta conformación familiar, la que construyeron entre los cuatro desde un vínculo afectivo genuino y principalmente desde el deseo de ser familia.
Sobre la base de esos y otros argumentos jurídicos la jueza otorgó la adopción.