Si se cuentan los días corridos, el promedio desde la formulación de cargos es de 194. Los procesos con sentencia más cortos son los juicios abreviados: promedian 130 días corridos. Además de su menor duración, permiten que la sentencia quede firme desde el mismo día que se dicta la condena. En cambio, los casos que llegan a debate oral y público, promedian 251 días corridos. En todos los casos, si se contabilizan solo días hábiles, es un tercio menos.
El trabajo estadístico relevó en ese período un promedio mensual de 1.349 audiencias. Por día, algo más de 67. Este guarismo tuvo un pico en el mes de abril, con 1.669 audiencias. En la práctica, superan las cifras de la actividad penal previas a la pandemia.
La celeridad en el proceso está relacionada con la reforma integral del sistema que tuvo como punto de partida el nuevo Código Procesal Penal. Su implementación comenzó hace poco más de 4 años, luego de una Ley aprobada de manera unánime por la Legislatura. El Poder Judicial lo puso en marcha con una fuerte inversión en tecnología para acondicionar salas de audiencias al sistema despapelizado. El expediente ahora está contenido en videograbaciones.
Además, el proceso implica una mayor transparencia ya que todas las instancias son públicas. En tiempos de pandemia, se sumaron herramientas remotas, como la transmisión de los juicios por jurados por plataformas de Youtube.
Los juicios por jurados, una muestra
Tras la superación del momento más crítico de la pandemia, este año se realizaron 5 juicios por jurados en Río Negro, constituyendo un récord. Para tres de las cuatro circunscripciones judiciales, implicaron un debut en la aplicación del sistema.
En todos los casos que se juzgaron homicidios, se trató de hechos ocurridos en 2020. De esta manera, se verificó la celeridad del proceso, que en aproximadamente un año -incluyendo la investigación fiscal- llegó a una sentencia.
Incluso el nuevo sistema, que incluyó la conformación del Tribunal de Impugnación provincial como instancia de alzada antes del Superior Tribunal de Justicia, ha permitido una importante aceleración de los plazos de resolución de las apelaciones.
Como ejemplo, la última condena por usurpación en Viedma fue resuelta en el plazo de tres meses por la jueza de primera instancia, el TI y el STJ. De esta manera, queda únicamente la instancia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.