En el momento en que ocurrieron los hechos la dueña de la Volkswagen Amarok no se encontraba en su domicilio. Pero había dejado la camioneta estacionada en una galería y la empleada doméstica la observaba a través de una gran ventanal.
Antes del mediodía, ingresó al barrio un camión que transportaba ladrillos para la construcción. Y en ese contexto comenzó a hacer maniobras en el terreno que estaba al frente, justamente para poder descargar el material con mayor facilidad.
La mujer que fue testigo escuchó un golpe fuerte y observó la secuencia. La Amarok no solo sufrió daños en la parte trasera sino que por el impacto, a pesar de que estaba estacionada, terminó contra un árbol.
La pericia accidentológica corroboró la prueba testimonial y en la demanda civil la propietaria del camión fue condenada a indemnizar por los daños y perjuicios. Se consideraron los gastos de reparación y la indisponibilidad de la camioneta que estuvo una semana en el taller.
La cifra de la indemnización se fijó en 1.042.341 pesos más intereses. La sentencia es de primera instancia y aún no está firme porque puede ser apelada.