El Peugeot 308 Allure 1.6 tenía cuatro años de uso y todos los servicios de mantenimiento realizados ante la concesionaria oficial Armorique Motors SA. Sin embargo, mientras el conductor circulaba por la rotonda de las rutas 22 y 151 de Cipolletti el vehículo anunció una falla en el tablero y se detuvo. El propietario no pudo volver a ponerlo en marcha y lo movió con un remolque.
Desde el taller de Armorique le informaron que el motor del auto había sufrido el corte de la correa de distribución, con lo cual los trabajos a realizar consistían en el cambio de ciertos repuestos, rectificación de la tapa de cilindros y motor, materiales y mano de obra.
El dueño del coche advirtió en ese momento que el manual de mantenimiento del vehículo establece que el cambio de correa de distribución debería hacerse a los 80.000 kilómetros o a los dos años, lo que ocurriera primero.
Del registro que lleva la concesionaria surgió que a los dos años se realizó el mantenimiento de los 40.000 kilómetros pero no se hizo el cambio de correa ni se informó ni requirió la realización del mismo.
En medio de las gestiones para reparar su coche, el dueño se enteró por el propio jefe del taller de la concesionaria que existía una campaña de comunicación referida a reemplazos de correas de distribución en diversos vehículos, entre los que se encontraba su Peugeot 308.
Esa circular sugería a los clientes cambiar la correa a los 60.000 kilómetros, dejando de lado la opción de los 80.000 kilómetros fijada en el manual.
El fallo, que es de primera instancia y todavía no está firme porque puede ser apelado, sostiene que Armorique debía acreditar haberle informado al consumidor la necesidad de cambio de correa por haberse cumplidos los dos años desde la adquisición del vehículo. Con el agravante de que la concesionaria reconoció haber tenido conocimiento de una falla de fábrica en la correa de dichos automotores, por la comunicación recibida del fabricante.
En consecuencia, la sentencia le atribuyó la responsabilidad a Armorique Motors SA por no haber efectuado el servicio de manera eficiente. También surge que la fabricante mostró desinterés en la falla del vehículo. Ya que se excusó en el solo hecho de haber emitido una comunicación a las concesionarias.
La resolución fijó una indemnización para el propietario del vehículo por la suma de 337.629,64 pesos. Las condenadas son Armorique Motors SA y Peugeot Citroen Argentina SA. El reclamo prosperó por el valor de reparación del coche, por el tiempo en que el propietario se vio imposibilitado de usarlo, por el daño moral y el daño punitivo que es una multa civil enmarcada en la ley de Defensa del Consumidor.