La propietaria del inmueble probó que sus paredes sufrieron distintas fisuras a raíz de los trabajos de demolición y de la vibraciones que generaron las máquinas utilizadas en el predio contiguo. Un testigo declaró en el juicio que después de ese día entraba luz entre la pared y el techo de su vecina.
El demandando explicó que la propiedad de la mujer se encuentra apoyada en la medianera de su terreno. Y que ello viola los límites de la superficie que le corresponde, por estar utilizando su medianera. Contó que le informó a la vecina que iba a derribar la pared existente porque no estaba en condiciones de sostener la nueva construcción. El hombre contrató a un arquitecto y a otro profesional para afrontar el proyecto. Sin embargo, una medida cautelar frenó la demolición. Luego se hicieron varias pericias.
El ingeniero que intervino en el conflicto concluyó que la demolición del edificio lindero ocasionó vibraciones y eso provocó las fisuras y roturas en la propiedad de la mujer. También consideró que no se apuntaló el muro ni se tomaron las medidas de seguridad necesarias. El fallo consideró que los daños fueron acreditados y por eso fijó una indemnización a favor de la dueña de la propiedad por la suma de 924.380 pesos.
La sentencia del fuero Civil de Cipolletti es de primera instancia y no está firme porque puede ser apelada.