La víctima pudo efectivizar la denuncia muchos años después, por lo que el proceso debió sortear pedidos de prescripción y se reconstruyó la prueba.
La decisión fue adoptada por un Tribunal conformado por los jueces Juan Martín Brussino Kain -en la presidencia-, Ignacio Gandolfi e Itziar Soly. De esta manera, los magistrados coincidieron con el pedido de culpabilidad que en los alegatos expusieron el Fiscal Juan Pedro Puntel y la Querella, representada por la abogada María Julia Mosquera.
De acuerdo al sistema procesal vigente, en esta instancia corresponde a los jueces la declaración de culpabilidad o inocencia, y en un juicio de cesura se definirá el monto de la pena. El juicio se desarrolló en la primera quincena de febrero de este año.
Inmediatamente conocida la declaración de culpabilidad, Querella y Fiscalía solicitaron la prisión preventiva o bien el monitoreo con pulsera electrónica, atento al riesgo de fuga. El Defensor particular del acusado se opuso, manifestó que su cliente siempre estuvo a derecho y que la sentencia no está firme. Finalmente, los jueces hicieron lugar al pedido de pulsera electrónica y establecieron que no podrá salir de la ciudad de Viedma hasta que se desarrolle el juicio de cesura.
Gran cantidad de familiares y allegados a la víctima se hicieron presentes en la sala para la lectura del veredicto de culpabilidad.