Luego, la Comisión Médica concluyó que presentaba una incapacidad del 9 por ciento. El trabajador consideró que la incapacidad era mayor, por lo que inició un reclamo judicial.
Una pericia médica dio cuenta que el trabajador quedó con una cicatriz de más de 7 centímetros en la mano, que abarca la palma y el pulgar. También indicó que quedó con una inmovilidad parcial de su dedo. La parte también aportó una pericia psicológica, que fue rechazada argumentadamente por los jueces.
Tras analizar todo el corpus probatorio, la Cámara Laboral de Viedma hizo lugar al pedido y ordenó a Berkley Internacional Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A., a calcular y abonar las prestaciones dinerarias por incapacidad definitiva en un porcentaje mayor al abonado inicialmente.