El 11 de julio la Policía interceptó a  dos hombres que se movilizaban en una motocicleta, fuera del horario permitido para circular. Cuando les requirieron la documentación descubrieron que el vehículo había sido robado. Ambos fueron detenidos y trasladados a la unidad del barrio Don Bosco de Cipolletti. Se les inició una causa por el delito de encubrimiento por recibir un elemento, en este caso la moto, que provenía de un delito.

Esa madrugada, el hombre ahora condenado fabricó un elemento punzante y amedrentó a su compañero de celda. Le requirió que en la formulación de cargos que enfrentarían esa mañana se hiciera cargo del delito imputado.

La policía intervino rápidamente y secuestró el elemento cortante, que en la jerga se denomina faca. Por ello al autor se le inició una segunda causa por coacción calificada por el uso de arma.

La fiscalía y la defensa acordaron la realización de un juicio abreviado en el que el acusado confesó los hechos. Fue condenado a la pena de tres años de prisión en suspenso con pautas de conducta, entre ellas una prohibición de acercamiento a 200 metros de la víctima.

La modalidad de la condena en suspenso implica que sí el imputado incumple alguna de las pautas impuestas se revoca la condición y es enviado a prisión. Lo mismo si vuelve a cometer un nuevo delito.