Se trata de un inmueble propio del Poder Judicial cuya puesta en valor se dividió en dos etapas. La primera correspondió a la parte externa y ahora se está llevando a cabo la obra en el interior. Allí funciona el fuero de Familia y las Defensorías Civiles.
La intervención que se realizó en 2019 incluyó la readecuación del acceso, la instalación de un nuevo sistema de iluminación exterior, repintado general y colocación de pintura anti graffitti, y reemplazo del sistema de parasoles.
La empresa que está trabajando actualmente es Tecnobras Argentina S.A, quien compitió en la licitación con otras dos firmas.
El Área de Infraestructura y Arquitectura Judicial planificó esta segunda intervención en ocho etapas debido a la necesidad de interferir lo menos posible en el normal desarrollo del servicio judicial.
Se contemplaron espacios de espera en cada uno de los pisos y distintas salas de atención y espacios para realizar denuncias. Además, se prevé la colocación de un ascensor.
La reforma incluirá la realización de salas de audiencias, salas de reuniones, baños públicos y espacios para los juzgados de Familia, para el Centro de Atención a la Defensa Pública – CADEP – y para las Defensorías. Los Equipos Técnicos Interdisciplinarios, el área de Informática, Atención a las Personas y la Oficina de Tramitación Integral del Fuero de Familia también están incluidos en el edificio.
Hace unos días la empresa concluyó la primera de las ocho etapas y el fin de semana se mudó el Juzgado de Familia N°7. De forma provisoria la mesa de entradas continúa funcionando en la planta baja, aunque el organismo se encuentra distribuido entre el primer y el segundo piso. El área de Informática también se mudó a su lugar definitivo.